
Aprovechó para alzar la vista y observar la vieja taberna, casi abandonada. Una taberna típica de los bares del oeste y los piratas. Llena de viejas mesas de madera rojiza, ocultas bajo una capa de polvo, unos taburetes en la barra y muchas botellas de ron. Sin duda era un lugar curioso. Se levantó, midiendo mentalmente la longitud de los tablones del suelo, la edad de la madera y cuánto podrían crujir, y caminó dando pequeños saltos evitando todo tipo de ruidos. Tras haber inspeccionado la zona vio que una de las mesas estaba completamente limpia, y dos de sus sillas también. Alguien había estado ahí no hacía mucho. Instintivamente miró a su alrededor y se vio completamente sola, algo que no la tranquilizó demasiado, pues escuchó crujir la madera tras de sí.
-Hola.
KFU
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