...

White·Devil: No entiendo a mis contemporáneos. No entiendo a mis semejantes...

26.8.10

Las puertas del paraíso. Aquí el tiempo no existe.



Ese chico entró firmemente en el viejo boulevard y tembló al ver tal espectáculo que se daba.

Las chicas bailaban en la barra del bar y los hombres solteros apostaban. Las parejas veían el espectáculo del escenario, las chicas del Moulin Rouge moviendo energéticamente sus vestidos de charlestón, y los hombres con sombrero y paraguas bailando a su mismo ritmo, siguiendo sus pasos y levantándolas de vez en cuando en el aire.

El chico miró de un lado a otro y buscó una mesa libre en la que ahogar sus penas en cualquier licor. No notó los ojos felinos clavados en su espalda. Grace le observaba pasar con su paso lento y tembloroso, a la vez fascinado y asustado, sentada en una mesa charlando con una chica. El perfume de él inundó sus sentidos, Grace había elegido presa.

Se sentó en una mesa alejada del jaleo, pero con buenas vistas, y lejos de las ventanas. Quería perder de vista la ciudad, el tiempo no existía. Se sentó cerca de unas cortinas de colores que no supo para qué servían hasta tiempo después, eran para darle cierta intimidad a algunas parejas, la mayor parte de las veces, recientes y poco duraderas, de cuales las mujeres se preguntaban "¿quién fue el hombre que estuvo en mi cama anoche?".

El camarero le trajo una copa de su mejor licor.
-Tenga, le invita una diosa.

KFU

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Regaladme palabras.

Asco de vida!