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White·Devil: No entiendo a mis contemporáneos. No entiendo a mis semejantes...

11.10.11

Otra vez.

Esto es algo que quería compartir.

Lo hice otra vez. Otra vez empapé en ira y frustración hermosas palabras. Otra vez rompí el silencio inquebrantable con golpes a las paredes. Otra vez oí llorar, y otra vez reí cuando no debía. Volví a ser fuerte, a enfrentarme al destino y a la muerte, y volví a caer en mis hielos, y volvió a no importarme. Otra vez he dejado de quererme, y otra vez he dejado de aguantarme, de expresar lo que pienso y de pensar lo que hablo. Otra vez surgió esa falsa espontaneidad y otra vez he vuelto a darme la espalda. Otra vez más ha dejado de importarme que no me importe nada.

He vuelto a empezar de nuevo, y otra vez haciendo lo mismo. Y, como siempre, he vuelto a ganar, y he vuelto a sentirme perdedora. Desgastada. Odiada. Otra vez. Otra vez pienso que la vida me puede, y otra vez sé que no es cierto. Otra vez voy a ser yo, convencida a cada momento de que realmente soy alguien.

Estoesalgoquequeríacompartir.

KFU

17.5.11

Tú.



Sonrío por dentro porque todo va mal. Qué terrible es pensar que nada irá a peor, y qué tranquilizante a su vez estas tristes palabras. Encontré un lugar donde pararme a hablar conmigo misma, para escuchar lo que tengo que decirme, y mi pobre interior, cansado de ser obligado a ocultarse entre piedras para que nadie le vea, me grita a la cara el frío que hace dentro de mí. Escucho a mi corazón dando coces a todo sentimiento que a él se acerca, gritando lo dolido que se quedó tras aquella huella que en él dejaron tus pies, y llorando, tal vez, creyendo que tuvo él la culpa, como tantas otras veces, y las que quedan por llegar, siempre me susurran sus latidos el eco de aquellas palabras, y siempre transporta su pulso tu voz.

Quizás, después de todo, se resista a olvidarte. Aunque el temblor de tus golpes aún cause en él estragos al latir. ¿Qué bellas mentiras prepararás para él una vez volvamos a encontrarnos? Miéntele y dile que le extrañas, porque se siente derrumbar cuando le explico que no volverás nunca, que no quiero que vuelvas.

Sólo le gustaría saber si aún piensas en mí.
Si me has olvidado.

KFU

23.4.11

H.E.L.P.



Fui de aquellas personas que esconden el respirar por no querer sentirse humanas, de las que te miran y te congelan el alma, albergando vacío y silencio en sus ojos. Fui de aquellas personas que te quieren y no lo sabes. Y no lo dicen. Fui de aquellas personas que aun muriendo de dolor, jamás lo aceptarían. De aquellas que aun sufriendo en silencio, jamás pedirían ayuda. Fui de aquellas personas que albergaban una ciega esperanza de que algún día, apareciese alguien que las ayudara sin permiso, y que confiaban, al final de todo, en el afecto. Fui de aquellas personas que pretendían cambiar, y jamás lo consiguieron.

Y sigo siendo aquella chica perdida que necesita un abrazo urgente, pero no sabe pedirlo. Sigo siendo la misma que quise olvidar. Sigo siendo aquella que quiero dejar de ser.

Peroanadieleimportacómomesienta.
Porquealnoexpresarlos,dejodetenersentimientos.
¿Verdad?

KFU

20.4.11

Don perro veloz.



Sentada en el suelo del parque, Lee miraba cómo los perros corrían uno tras otro, ignorando a sus dueños, y tirándose al río. Lee sonreía, porque ella hacía lo mismo, "¡eso les pasa por querer controlar el tiempo!". Y tú seguías observándola sonreír con aquel espectáculo animal. Su pelo largo ondeando sobre sus hombros y bailando con el viento, su risa que se hacía más y más intensa cuando la dueña del perro salía corriendo tras él. La mirabas y te preguntabas cómo era posible, ¿me equivoco?, no entendías cómo una persona podía ser extrovertida y tímida a la vez, cómo podía sonreír siempre pero estar triste. Cómo una persona podía ser tan atípica que resultase típica a ojos ciegos. Y por qué a pesar de ser la persona más madura de todas, actuaba de forma infantil, con esa mirada de "hago-esto-porque-me-lo-has-prohibido". Entonces la viste salir corriendo hacia ti, con la sonrisa más hermosa del mundo, y los brazos abiertos, y tropezó, cayendo de rodillas. Y tú asustado corriste a ella para saber si estaba bien, y tus dudas aumentaron cuando con lágrimas en los ojos y heridas en las rodillas, ella seguía dedicándote la más preciosa de sus sonrisas.
-¿Te has hecho daño?
-Sí -te contestaba ella sin poder parar de reírse.
-Vámonos a casa a curarte esa herida.
Y la cogiste en brazos, como tras una boda, y aunque tu deber sólo fuera cuidar de ella y su salud, no podías evitar sentirte vivo cuando ella te miraba, y te golpeaba suavemente, exigiéndote quedarse a ver el final de "Don perro veloz".
Lee y sus nombres, pensabas, cómo lo haría para pensar esos nombres.

KFU

2.4.11

Léeme.



Hoy quiero hablar de tú a tú, y revolver el interior de quien me lea.
Quisiera decirte, querida persona, que seas quien seas, el tiempo nunca se acaba.
Y aunque las corrientes de aire no sean capaces de abrir una ventana, cuando una puerta se cierra, tú también tienes manos.
Quería decirte que un destino es el que tú eliges para ti mismo, y un futuro es el que has de encontrar y dar forma como sólo tú lo quieras, porque él no llega solo. No aparece simplemente, porque suena tan triste estar predestinados como simples marionetas.
Quería decirte que por estúpidas que suenen tus ambiciones, nunca dejes que mueran tus sueños.
Porque, por infantil que parezca, los sueños le dan sentido a la vida, y yo creo en ello.
Quiero decirte, querida persona, y hacerte entender lo que pienso.
Que disfrutes de personas, no de cosas materiales. Y en verticales paredes no resbales. Escala.
No permitas que lapiden tu sonrisa, no dejes que te cambien.
Y no veas lo que poseen, sino lo que son.

A quienquiera que me esté leyendo, quiero que sepas, que dondequiera que estés, por mal que vaya todo, por horribles que sean tus expectativas y dolorosos tus recuerdos, aun en la más completa soledad se puede ser feliz.
-Sólo cierra los ojos y sonríe.-

KFU

30.3.11

La típica chica atípica.



Le devolvió la sonrisa a su reflejo en el agua, mientras movía los pies y los peces huían de sus salpicaduras. Era, como ya sabrás, la típica chica que se asustaba con Scooby Doo, que adoraba las galletas y el chocolate, y le volvían loca las tardes de picnic y agua cristalina en el río del parque. La típica chica que llamaría a su gato Sargento Botas Peludas. La típica chica que se subía a los árboles, y cantaba canciones de Disney sabiendo que para ti, ella era una princesa. La típica chica que se metía con ropa en el agua y después se quejaba de haberse mojado. Y se reía de ti por no querer mojarte aquellas tardes de invierno. La típica chica que cuando estabas dormido tumbado en la hierba, venía empapada y te daba un abrazo que congelaba tus huesos. Y que le encantaba enfadarte y hacerte correr tras suya. Y tentarte hasta que al final caías al río. La típica chica a quien le encantaba cómo tu sonrisa se hacía un hueco entre el agua de tus mejillas.

La típica chica atípica que te encuentra y te cambia el rumbo.
Que te enseña a vivir.
Así era Lilith.
Aunque ya lo sabes, prefiere que la llames Lee.

KFU

6.3.11

Todo.



Vive esperando un momento. Siempre esperando un momento. Sola en la noche, mira al cielo. Y le echa de menos. Derrumba la agonía empapando en canciones sus dulces palabras. Y recordando cada gesto y movimiento. Ella le espera. Y se pregunta si tal vez mañana. Si mañana cambiará la espera por bonitas baladas al oído, y por susurros que congelan la piel. Si mañana el viento le traerá a su lado hasta rozarse los huesos. Y aleja la pesadilla buscando entre las estrellas un hueco para él, y ella. "Quiero fundirme en tu fuego como si fuese de cera." Y desea hacer la maleta y vagar entre andenes y estaciones. Y caminar por las autopistas buscándote entre la noche. Gritarle a la lluvia que cada día que pasa crece más su desesperación, pero cada vez le siente más cerca. Y cada vez queda menos. "¡Porque por lentos que sean los pasos de tus agujas, cada vez le acercas más a mí!"

Quiero decirte que lo eres todo.
Todo.

KFU

2.3.11

Desesperación hecha palabras.

A veces me pregunto qué es la pena. Qué es el dolor. Qué es llorar hasta quemarse el alma, aun habiéndolo ya conocido. Porque las largas agonías escondidas tras la piel duelen más que el maltrato físico que pueda dañarte. Un sentimiento que empieza en el pecho, oprimiéndote el aire e impidiéndote respirar, cuando entonces un escalofrío recorre de punta a punta tu cuerpo y a medida que las lágrimas comienzan a resbalar por tus mejillas, comprendes que algo no va bien. Que toda una vida luchando por un sueño, un segundo, un pensamiento, buscando algo, que todo lo que has pasado, lo que has vivido, lo que te ha costado seguir en pie, no vale nada. Y ves cómo todo se derrumba ante tus mismos ojos y sobre tus pies, y ruegas, deseas ser parte de ello, y deshacerte en piedras y cenizas. Y no volver más. Ser arrastrado por el viento a un lugar perdido del tiempo y del mundo.

"Arrástrame, viento del camino, hacia donde no me encuentre nadie, quiero estar perdido. Tan solo haciéndole carreras a las medias noches, buscando figuras en las nubes. Escápome del tiempo. Hasta que ya no me busques."

Cada vez, un día sí y otro también, me levanto de un sueño para verme en el espejo, y gritarme "Esta no eres tú, porque tú ya hubieras acabado con todo.". ¿Puede ser posible tantísimo dolor y ganas de un final en un sólo cuerpo? A veces me pregunto cuántos que sintiesen lo mismo que yo habrían continuado hasta tal punto de temblar y quebrarse los huesos con cada palabra, y partirse en mil pedazos con cada golpe, o cada grito. Cada llanto desahogado en paredes. Cuántos, como yo, habrán tenido tal mísera suerte de ser política y oficialmente correctos, mientras sus cimientos se derrumbaban bajo una fachada que nunca dejaría pasar la luz.

Qué peor condena que deshacerse a medida que se vive.

KFU

28.2.11

El infierno de los dioses.



Hubo una vez, hace mucho tiempo, antes de que el sol saliese por el este, y el humo no nos dejase ver el cielo. Antes de que hubiese ruedas, armas y asesinos, había entonces una niña.

Esta niña disfrutaba con su gente en un pequeño poblado a la orilla de un río, donde sus aguas benditas regaban sus campos, y daban eterna vida a quienes bebían de ella. Un lugar en el que no era necesario morir, y la vida era un regalo en cada minuto del día.

La vida era simple y sencilla, llena de alegrías, y los cantos de los niños que cogidos de la mano repartían sus sonrisas a lo largo de las calles. Y los más mayores en edad, aunque no en aspecto, reían y bailaban alrededor de las hogueras que en las noches de invierno encendían todos juntos. Una vida en la que el tiempo no parecía pasar, ya que ese concepto no existía. Porque no hacía falta.

Pero un día fueron a aquel poblado soldados con armaduras y plumas, habiendo oído hablar de aquellas sagradas aguas. Y exigiendo la partida de los nativos a otro lugar bajo amenazas de muerte, se desencadenó la más sangrienta de las batallas, haciendo llegar hasta el río la sangre, que al instante de rojo quedó teñida, y el cielo se ennegreció. Los dioses enfurecieron, y decidieron acabar con todo aquel rastro de vida humana en la tierra.

Pero hubo una pequeña luz entre tal tormento. Una niña, la única superviviente del alegre poblado, suplicó a los dioses que saciaran su sed con su alma, y que no todos los humanos tenían que pagar lo que algunos habían hecho. Y los dioses la oyeron. Y viendo la pureza y la objetividad de aquella niña, la condenaron a vagar por el mundo usando su criterio, y haciendo morir a quien ella creyese que debía hacerlo.

Y ella inventó una nueva forma de dar vida. Que os contaré más adelante.

KFU

27.2.11

Consólounasonrisa.



Grace miraba la puerta con cara de poder derribarla de un solo pestañeo. En aquel club, la música seguía, y los presentes aún bailaban. En su cabeza la música se había parado. Y los bailarines seguían mirándola. Y aquel chico volvía a entrar por aquella puerta. E iba hacia ella y le cogía la mano en una reverencia infinita, y sus ojos le decían "¿quieres bailar?".

Grace sacudió esos estúpidos pensamientos de su cabeza. Irremediable e increíblemente, uno de sus caprichos se le había resistido. Y eso no podía ser así.

Se levantó de la silla y el club enmudeció, mientras ella caminaba ante la mirada de los clientes. Los hombres seguían de cerca sus pasos por si tenían una mínima oportunidad. Pero Grace tenía un gusto peculiar. Avanzando hacia el escenario, dejó caer su abrigo, al instante recogido por uno de aquellos hombres. Grace vestía un vestido plateado, que hacía resaltar su pelo rojo. Y movía la cintura y levantaba lentamente las manos, a medida que subía las escaleras. Entonces, con el micro en la mano, comenzó a cantar canciones hermosas de esas que hacen que sientas sus palabras. Entonces los bailarines comenzaron a moverse al ritmo de su voz hermosa y melódica, hasta que en el Boulevard de High Street despuntó el alba.

Él, permanecía sentado en un banco frente al pub. Escuchando de fondo la pálida voz de Grace rompiendo el silencio. Cuando los primeros rayos de luz rasgaron el suelo, las gentes del Boulevard abandonaron sus pubes y en carrozas desaparecieron entre la bruma. Grace salió la última, dejando caer al suelo su copa, y con movimientos suaves, le miró por un segundo que pareció eterno. Y le sonrió de una forma que congelaría el sol. Entonces, una carroza se interpuso entre ellos. Y cuando pasó de largo, Grace ya no estaba.

KFU

16.2.11

Instrucciones para omitir sentimientos.



"Cada uno de nosotros tiene una experiencia diferente del dolor, de hecho es algo completamente subjetivo y por tanto debe ser absolutamente respetado en todas sus manifestaciones. Donde unos no aguantan más, otros apenas sienten."

Ahora he creado mi propio camino hacia el cielo. Para coger al sol y ponerle en el lugar de dios.

Tengo tantos momentos acumulados en la memoria que no han hecho sino doler y maltratar día sí y día también cada paso que he dado, que ahora pregunto el por qué de sentir. "Prefiero sentir dolor a no sentir nada" diréis. Sin embargo a mí el dolor ya me ha roído los huesos.

Diría lo que queréis oír. Si pudiese hacerlo. Si sintiese dichas palabras. Pero todo atisbo de sentimientos que un día fueron leales a quienes los provocaron, hoy están tornándose en hielo y piedra. Y, ¿cuál ha sido el hecho que ha desencadenado semejante metamorfosis?, la falta de humanidad, diría también, pero no sería un término exacto. Dado que la humanidad es exactamente como se comporta ahora, yo lo llamaría "falta de animalidad", de seres que de verdad lo son, de quienes siento envidia.

En conclusión a estos pensamientos;
no es mejor quien más tiene, sino quien menos necesita.
Y no es mejor comportamiento el de quien menos quiere, sino el de quien más da.

Renunciando, entonces, a ser y sentir como en su día deseé hacerlo, te dejo con tus ignorantes esfuerzos por aparentar, mientras yo me consumo. Observa y arrepiéntete de lo que has creado.

Porque así me has creado.


KFU

30.1.11

Donde no llega el silencio.

Una vez más, siento el vacío que dejan las palabras cuando prenden en llamas dentro de mí, y sólo cenizas quedan para ser escritas. Un instante en el que necesito ser, estar, describir un momento perfecto, o una situación dolorosa, y la combustión de mis ideas sólo deja viento que arrastrará lo poco que quede de mi amarga consciencia. El aroma de las noches que llenan una vez más mis sentidos, el olor a frío, oscuridad y silencio. Ahora ya no queda nada, porque gritos de cristal han quebrado mis ideales de buen futuro y destrozados sueños han caído a mis pies. Y después he mirado a la muerte a la cara, mientras acompañaba a mi pobre y aterciopelada alma hasta la cuna de los vientos. Y le he negado el paso, para seguir sintiendo.

Porquehaymomentosenlosquelasimágenesnovalennada.
Ylaspalabrasnopuedenserescritas.

KFU

18.1.11

Día 1.



Hoy es el primer día del resto de mi "periodo de prueba", el primer día del comienzo del resto de mi nueva vida. Al acabar la reunión con las Namur, se hizo el silencio, y ninguna palabra hacia mí quebró el viento, pero me hablaban con los ojos. Hay algo en sus ojos.

Me di la vuelta y paseé a lo largo de aquellas anchas, me atrevería a llamar, callejuelas. Aunque ningún Namur se dedicó a mirarme, todos se sonreían. Se abrazaban al girar una esquina, se ayudaban a transportar comida hacia una gran puerta al fondo del "río". Para mi sorpresa, esas gentes se bañaban en las aguas del alcantarillado. Pensando que no debería ser muy sano, seguí mi camino, aunque algo en el fondo de esas aguas desvió mi atención. En cincuenta días tendré tiempo suficiente como para averiguarlo. Me dirigí a esa gran puerta a la que todos llevaban los alimentos. Parecía unos grandes almacenes, todo lleno de comida de todo tipo de la que nunca habría llegado a imaginar. Las cosas que descubrir se fueron amontonando en mi cabeza. Al igual de cómo sobreviven plantas sin luz, y por qué son las mujeres las que luchan y protegen y manejan las armas, mientras los hombres cuidan de los niños.

Di media vuelta y crucé el puente. Los niños saltaban dando zarpazos en el aire, una costumbre un poco extraña, pensé, hasta que lo vi. Un animal recubierto de escamas y con unos ojos enormes saltó desde las profundidades con las fauces abiertas hasta la superficie, y más arriba, para volver a hundirse y seguir nadando. Un pez volador, pensé, o, mejor dicho, un tiburón volador. Pero no era lo que en la superficie se llamaría un "animal acuático", parecía más bien un zorro, o un tigre. Tenía tantas preguntas. ¿Cómo intentan cazar los niños semejantes bestias? ¿no corren peligro?. Aunque una vez aquel animal hubo salido por primera vez del agua, y haber pasado rozando las uñas metálicas de los niños, en vez de huir, como todo animal habría hecho, volvió a salir. Repetidas veces. Nadando más lento cada vez, mientras los niños le seguían desde las orillas del río y se lanzaban a él sin conseguir atraparlo. Entonces la vi. Una de esas mujeres se sentó al borde del río mojando sus pies, mientras la bestia se le acercaba lentamente, hasta rozarle las rodillas. Ella lo acarició mientras yo me acercaba. Entonces vi cómo ese monstruoso bicho salía voluntariamente del agua y moría en brazos de aquella mujer. Entonces ella lo llevó al almacén con sumo cuidado mientras lloraba.

¿Cómo era eso posible?. ¿Era ese el destino de esas gentes, de su fauna, de su flora?. ¿Vivir unos de otros y morir en brazos de sus compañeros de mundo cuando sienten que su tiempo ha acabado?.

Entonces llegué a comprenderlo. Los Namur sienten un gran amor por sus plantas, sus animales, sus "paraísos". Los cuidan, los aman, los hacen libres y felices. ¿Y qué animal no le tiene lealtad a su amo?. Como cuando alguien al morir, atreví a pensar, puede decidir si donar sus órganos, toda criatura que rodee ese entorno cede su cuerpo como alimento cuando sabe que su tiempo ha acabado. Como muestra de gratitud por dejarle ser libre durante su larga vida.

01 del 01 del 01.
El primer día de mi vida.

KFU

12.1.11

Smile.



Tantos son los momentos en los que he dejado de lado la razón, el saber. Tantos momentos que he dejado que unos instintos salvajes conduzcan mi alma, y que he mirado al cielo y éste me ha sonreído. Momentos en los cuales he admirado la profundidad de unos ojos en los que yo vi mar donde los demás verán pavimento. Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, ella pondrá dos piedras de futura mirada...

Tantas ocasiones para palabras bonitas que he reemplazado por miradas, y tantos gritos al mar que se han hundido como rocas, llevándose mi angustia. Han sido tantos los momentos en los que he sido infinitamente feliz, porque nada podía ir peor.

Momentos en los cuales la absoluta felicidad es la ausencia de la misma. Y arriesgas todo para poder perder y empezar de nuevo. Momentos en que gritas al viento "Soy libre... Y ESO NO PUEDES SOLUCIONARLO NI TÚ NI NADIE."

Momentos donde aprendes que los pequeños detalles te hacen feliz.
-Píntame los labios.
-¿Por qué?
-Porque hoy me como el mundo, y quiero dejar marca.
KFU


Asco de vida!