...

White·Devil: No entiendo a mis contemporáneos. No entiendo a mis semejantes...

31.8.10

I·n·n·o·c·e·n·c·e



El tiempo nos ha cambiado. Nos ha hecho libres, nos ha hecho fuertes. Aunque fuéramos más felices en la ignorancia. El tiempo nos ha hecho mayores y ha mantenido nuestros sentimientos intactos. A rescatado nuestra inocencia, y continuamos jugando al escondite tras los árboles del bosque.

Tu sigues siendo tan hermosa, tus cabellos reflejan el sol como antaño. Y tus ojos claros relampaguean al contacto con el cielo. Sigues tapándote los ojos y contando hasta diez sentada en el viejo columpio hecho con una rueda y dos cuerdas. Y yo sigo escondiéndome detrás tuya, donde nunca me encuentras.

Tú subes al castillo de maderas de colores a buscarme y yo te sigo en silencio para admirar la belleza de tus pasos. Y tú nunca me encuentras. Te giras y me agacho, pasas la mirada por encima mío y me atraviesa, entonces me marcho. Te tiras por el tobogán, y yo te abrazo cuando caes. Me preguntas dónde he estado, y yo te digo que siempre estaré detrás tuyo, cuidándote y vigilando tus movimientos, y delante cuando caigas, para levantarte con un abrazo.

Veo tu sonrisa una vez más y no puedo ser más feliz.

KFU

27.8.10

Criatures from Underground II



Llevaba semanas planeándolo, ahora sólo hacía falta llevarlo a la práctica. Recoger información, atreverse a salir de su escondite. Se vistió rápidamente de colores oscuros, cogió una mochila en la que guardaba gas lacrimógeno, y se fue. En la biblioteca pensó poder buscar alguna pista, un indicio, algo que la ayudase a saber contra qué iba a enfrentarse, y si estaba sola.

Aquella noche, en el alcantarillado de la ciudad, pudo observar con sus propios ojos que no eran humanos aquello contra lo que se enfrentaba. Quizás en su día lo fueron, y alimentándose de aguas subterráneas radiactivas y ratas, habrían adoptado aquella forma. Tenían uñas duras como el metal y colmillos afilados, ojos llenos de maldad, frialdad y un atisbo de pena.

No quería acabar con ellos. No tenía motivos para hacerlo ya que aquellas criaturas simplemente protegían su territorio y jamás salieron a la superficie. Quería ayudarlos. Pero no sabía si ellos seguían pensando y sintiendo como humanos.

KFU

Mi apocalipsis.



Me vestiré de gala con el más hermoso vestido con el que nunca me has honrado, tierra, madre, me vestiré de gala sin prenda alguna. Me miraré al espejo y me despintaré la cara, me alborotaré el pelo y me quedare completamente desnuda. Despintaré mis uñas de manos y pies y desataré los colgantes y pendientes. Me miraré a los ojos y veré lo que tu ves, lo que quieres que vea.

Subiré los peldaños de uno en uno. De dos en dos. Prenderé fuego a mi casa y abriré la puerta del jardín. Saldré a contemplar el cielo. Veré las estrellas caer y prender fuego a las civilizaciones que han traicionado tus favores. Veré oscurecerse la luna hasta ser consumida por un azul eléctrico que iluminará la noche. Veré a la gente correr sin entender qué pasa. Sin recordar cuánto mal te han hecho y suplicar por sus vidas. Veré a las plantas morir, a los animales llorar. Veré desaparecer un mundo hermoso que nos ha dado la vida y nosotros se la hemos quitado. Caerán pedazos de luna en las lagunas y desbordarán ríos. Y yo caminaré entre cenizas, entre sueños hechos trizas y entre llantos de los cielos. Caerá la lluvia llevándose consigo el egoísmo, llorarán las nubes por tal cruel, aunque necesaria obra. Entre la bruma veré cuatro jinetes cortar el viento.

Y yo me sumergeré en el lago, y esperaré paciente a que mi vida te lleves y sacies tu venganza.
Perdónalos por su inconsciente e insaciable avaricia.

KFU

26.8.10

Las puertas del paraíso. Aquí el tiempo no existe.



Ese chico entró firmemente en el viejo boulevard y tembló al ver tal espectáculo que se daba.

Las chicas bailaban en la barra del bar y los hombres solteros apostaban. Las parejas veían el espectáculo del escenario, las chicas del Moulin Rouge moviendo energéticamente sus vestidos de charlestón, y los hombres con sombrero y paraguas bailando a su mismo ritmo, siguiendo sus pasos y levantándolas de vez en cuando en el aire.

El chico miró de un lado a otro y buscó una mesa libre en la que ahogar sus penas en cualquier licor. No notó los ojos felinos clavados en su espalda. Grace le observaba pasar con su paso lento y tembloroso, a la vez fascinado y asustado, sentada en una mesa charlando con una chica. El perfume de él inundó sus sentidos, Grace había elegido presa.

Se sentó en una mesa alejada del jaleo, pero con buenas vistas, y lejos de las ventanas. Quería perder de vista la ciudad, el tiempo no existía. Se sentó cerca de unas cortinas de colores que no supo para qué servían hasta tiempo después, eran para darle cierta intimidad a algunas parejas, la mayor parte de las veces, recientes y poco duraderas, de cuales las mujeres se preguntaban "¿quién fue el hombre que estuvo en mi cama anoche?".

El camarero le trajo una copa de su mejor licor.
-Tenga, le invita una diosa.

KFU

Recuerdos I



El tiempo pasa... Y tu no estás aquí.

Los días vuelan y el reloj se cansó de marcarme una hora que ya infinita se quedó siempre en la misma. La hora en que te marchaste. Todo está bien, todo. Tú, yo... Vete, recuerdo, sal de mi mente y déjame ser feliz, acompaña a mi tristeza y perderos en el camino de vuelta a casa. Déjame olvidar. Vete, y no vuelvas. Sabe el cielo que cambiaría mi último aliento contaminado del azufre de mis lágrimas por poder saber qué se siente al ser feliz de nuevo.

Los días pasan, y tú no vuelves. Engañarme creo que por fin he conseguido. No quiero que vuelvas. En el más escondido rincón de mi corazón aún te espero. No quiero verte más. Pero el eco de mis pensamientos me dice que te extraño. No te quiero. No te quiero... te amo.

KFU

25.8.10

SOS...



Sonó el viento entre los árboles, arrastrando consigo los lamentos, llegando a sus oídos. Ella esperaba, siempre paciente, Ella aguarda, ayuda. Camina entre los bosques haciendo florecer sus flores y despertando a las criaturas con un suave suspiro, absorta en sus pensamientos, Ella los cuida.

Tal delicadeza, digna y propia de una mujer, la perfección en persona, o quizás no. Sus suaves pasos que aclaran la bruma y sus delicados dedos tocando las plantas, admirando su belleza. Vistiendo el verde de un bosque, o el azul del cielo, el blanco de la luna o el amarillo del sol, Ella pasea entre cantos de aves y llantos de hombres.

Y duerme sobre la cama que le prepara la tierra, que hace brotar hojas mullidas y finas ramas. Rodeada de las criaturas del bosque, Ella contempla la luna y baila bajo la lluvia, sólo para ella. Cuenta las estrellas y añade un punto más de luz a cada noche. Y sus sueños mecen a los árboles, animales y humanos, les proporciona una suave brisa a la noche y un olor a libertad empañado por el humo de las fábricas. Ella sufre en silencio e inconsciente, inútil y deliberadamente confía en que todo lo arreglaremos. Ojalá así fuera, deseo yo, mientras Ella muere.

KFU

24.8.10

Night falls 2



Fuera parecía que la lluvia ya había parado. Sin embargo seguía escuchando los gritos de los hombres que la habían perseguido, cada vez más histéricos, sin poder explicarse cómo una chica como ella podría haber desaparecido en la noche.

Aprovechó para alzar la vista y observar la vieja taberna, casi abandonada. Una taberna típica de los bares del oeste y los piratas. Llena de viejas mesas de madera rojiza, ocultas bajo una capa de polvo, unos taburetes en la barra y muchas botellas de ron. Sin duda era un lugar curioso. Se levantó, midiendo mentalmente la longitud de los tablones del suelo, la edad de la madera y cuánto podrían crujir, y caminó dando pequeños saltos evitando todo tipo de ruidos. Tras haber inspeccionado la zona vio que una de las mesas estaba completamente limpia, y dos de sus sillas también. Alguien había estado ahí no hacía mucho. Instintivamente miró a su alrededor y se vio completamente sola, algo que no la tranquilizó demasiado, pues escuchó crujir la madera tras de sí.

-Hola.

KFU

Capítulo segundo. "Desesperanza"



¿Has notado alguna vez esa sensación?

Una sensación que te enmudece y hace palpitar tu corazón, que te sume en un oscuro mar de dudas, de intriga, de patéticos intentos de salir a la superficie y respirar. Que poco a poco te falta el aire y hierven tus pulmones.

Sientes que te ahogas pero irremediablemente no puedes calmar el dolor. No puedes seguir viviendo tranquilo, simplemente, mueres a cada paso por dentro. Sólo por dentro. La desesperación de no poder morir, la cobardía de no atreverse a hacerlo, y el dolor de vivir desangrándose.

No mires todavía.

KFU

22.8.10

Uno.



Siempre pasea cabizbajo por las estaciones de tren, inconscientemente por los andenes, buscando en los reflejos de los cristales. Su pelo negro se funde con la tristeza y profundidad de sus ojos, que siempre enfocan la vista en el suelo. Siempre viste igual, duerme en un banco. Siempre espera el tren que nunca volverá. Mete las manos en los bolsillos y camina despacio, dando vueltas por los andenes. Todos le miran y nadie le conoce. Nadie conoce su historia. Su verdadera historia. Cuentan que un día lo perdió todo. Su familia, su pareja, y se fueron lejos, sus amigos le olvidaron y perdió todo lo que en su día tuvo. Quemaron su casa y le dejaron completamente solo. Cuentan que tan rápido como todo se fue, el cree que aún puede volver. Cuentan que un día volverá su familia en un tren desde dondequiera que estén y le llevarán a casa. Cuentan que la estación de trenes de esta pequeña ciudad es el único lugar por el que pueden volver. Pero eso sólo lo cuentan, y poco tiene que ver con su verdadera historia.

Yo os contaré su verdad.

KFU

Ausencia.



Pensamientos abandonados a merced del viento por un periodo de tiempo. No he querido contar penas adolescentes, recuerdos hirientes, malos momentos. Deshacer el trabajo y soltar lazos, atar nudos, volver abajo lo que un día me hizo decir "¡subo!". Versos abandonados, en ruinas, dolientes, que con uñas y dientes defienden los sentimientos que han cargado. Y lineas de desprecio a mis enemigos. Retazos de un sueño. Agrio el olvido, que en silencio sumiso acalla las bocas que mintieron en mi ausencia, llamándose amigos.

Que mi nombre no vaya de boca en boca, no me recordéis, y que quede como constancia de que he vivido rimas en prosa.

KFU

17.8.10

Criatures from Underground I



"¡Corre!" Gritaste. "¡Huye!¡Huye de aquí, ahora!". Soltaste mi mano y me señalaste el final del pasillo con la cabeza mientras con una sonrisa me decías que me querías. Extendiste los brazos en el pequeño pasillo tocando las paredes con los dedos y te pusiste en el camino de aquel extraño ser que nos seguía. Juraste defenderme hasta tu último aliento y le bloqueaste el paso mientras yo corría. "Sigue la luz que se ve tras aquellas escaleras. Sube a la superficie, ahí ellos no podrán perseguirte. ¡Corre!". Medité mil veces el por qué de que tú no huyeras conmigo. Porque esa criatura nos habría dado caza a los dos en vez de a uno solo. Me harté al final de evitar los marcos de las puertas y las sombras a las 3 de la mañana. De rodear mi habitación de sal y azufre. Decidí por fin, volver a los túneles subterráneos y alcantarillas que recorren la ciudad, a buscarte.

KFU

16.8.10

Tu pedacito de mundo.



-Shhh...- Me dijiste -Sólo escucha.- Sin embargo yo no escuchaba. No entendía. -¿Qué debo escuchar?- preguntaba una y otra vez. -¿Qué es eso que tanto buscas?- Sin embargo tu respuesta siempre era la misma. -Shhh... Sólo escucha.-

"El canto de los pájaros, el llanto del viento, escucha los pesares de las almas olvidadas que condenadas están a vagar por siempre. Escucha el silencio, los gritos y sordos sollozos de corazones inertes, de personas que ya no volverán a hablarte. Escucha, encuentra la nada. Sólo lo conseguirás si escuchas y sientes. Cierra los ojos y dibuja caminos, pensamientos, palabras, que acompañadas por el viento serán oídas por otra persona que años más tarde se pare a contemplar el mundo."

Años más tarde he comprendido que mis desesperados intentos por ser como tú se veían ahogados y taponaban mis oídos cada vez que quebraba el silencio con una de mis estúpidas preguntas. Años más tarde he escuchado tu voz desde el pasado diciéndome que dibuje pensamientos. Años más tarde me he decidido a contemplar el mundo sin dejar que nada me lo impida, y busco el silencio que me dejaste cuando te fuiste. Seguiré el hilo de tus recuerdos hasta encontrar el lugar donde tu alma se halla, y te exigiré una respuesta, un número, una dirección, un lugar. Una cita. Dondequiera que hoy estés, daré con tu rincón y tu pedacito de mundo, con tu mirada de nuevo, y te pediré un beso, una caricia, un recuerdo y acabar junto a ti mi vida.

KFU

Screams of lust we cry.



Despertó sobresaltado pero con una inquietante paz interior en medio del lago, en el muelle donde había pasado la noche con ella. Había escuchado el rumor del agua de la mañana moviéndose torpemente al entrar alguien en ella, y había vuelto escalando por los tablones de madera hasta tumbarse sobre él completamente empapada. Le había besado con el dulce y frío sabor del agua de las montañas estancadas en un deshabitado y hermoso lago, le había acariciado la frente y peinado el pelo, mirado a los ojos y dicho con una mirada cuánto le quería.

Cuánto misterio entre sus ropas habían sentido aquellos árboles, cuantos gritos y susurros habían escuchado, cuántas noches plenas de amor y lujuria habían contemplado mecidos por la brisa. Y cuantos despertares junto a ellos, cuantas miradas saborearon y cuantos besos encontraron esparcidos en el viento. Con solo una sonrisa y la felicidad del mundo en una sola mano, mientras en la otra sostenía la de ella.

Aunque ésto no durara mucho tiempo. Pues solo en las noches se pertenecían el uno al otro, y a la mañana, tras una breve amargura y una mirada fija en el horizonte, donde las aguas se mezclaban con el cielo, cada uno seguía su camino y volvía al lugar de donde no deberían haber salido por la noche. Fingiendo tener una vida normal lejos de cualquier pequeño problema o romance, vivían esperando que el sol cayera para abrazarse de nuevo, y para poder decirle cualquier día al mundo el amor que sentían uno por el otro. Aunque no fuera normal entre una princesa y un marine.

KFU

15.8.10

4.1.10



Vuelan estas palabras para ti, la más bella historia de amor que tuve y tendré.

Esculpiendo las lineas que quiero confesarte en una carta empapada en sangre y lágrimas. Cuales bellos ojos me hicieron ver el mundo con otro sentido y me dieron el poder de confiar en que el tiempo todo lo cura. Gracias.

Gracias por darle a un corazón errante un sentido diferente. Y anular la tristeza que azotaba mis sentidos en un desesperado intento por destruirme, con un simple susurro en mi oído. Por decirme "Te quiero". 8 simples letras que destrozaron mis barreras y llegaron a mi corazón de una forma tan fácil como la marea alcanza su máximo.

En la noche oscura que teñía de negras palabras mi conciencia, tú aportabas una suave brisa que confundía mis instintivos instintos de locura y supervivencia. Gritaré al mundo cuánto mal me has robado y cuanto amor por ti siento si así logro hacer ver a las personas que tristemente ven pasar sus días, que la felicidad no existe, pero sí el amor.

Perdona mis locuras, mis atrevimientos, mis besos robados, mis manos largas y mis enfados, perdónalos aun sabiendo que te divierten. Porque amo la forma en la que ríes, y la forma en la que me miras sin que yo me de cuenta. Tus ojos en mi espalda y mis pies cuando ando lejos de ti y en mi pelo cuando te abrazo.

Y recuérdame siempre.

Nuestros paseos por el parque, por las calles remotas del gran centro de la ciudad y los giros bruscos en las esquinas. Las comidas a la luz del sol y los juegos al cobijo de la maleza y las dunas. El calor atrayéndonos y el dulce sudor que cubre tu espalda. La oscuridad de un lugar habitado por miles de almas en pena que ajenas a lo ocurrido dentro de cuatro paredes, prosiguen con sus vidas y no comprenden cuan feliz me haces.

Y ámame por siempre.
Quiero estar contigo para siempre...
¿Sólo para siempre?

KFU

Lerda.



Vos, que tenéis la osadía de poner en duda la realeza de mis argumentos.
Vos, que mentido me habéis sin piedad y no dañarme conseguido has.
Vos, que creéis que mis palabras crueles son y cual huidiza doncella vertís lágrimas en mi nombre.
Vos, que alimentáis mi orgullo con cada salada gota que arrojáis.
Llegada es la hora de reencontrarnos en las llamas que mi corazón prendido han.
Y desconsoladamente ramificáis, unís, y desprendéis vuestro odio y rabia hacia mí.
Llegado es el día de haceros tragar palabras hirientes cual estacas que pasaronme rozando sin vuestro objetivo alcanzar.
Es ahora menester que mis sentimientos de superioridad por vuestra parte su máximo alcancen.
Vos, que teméisme y admitirlo no podéis ante mi presencia.
Vos que halagáisme con cada palabra que a mis oídos por terceros llegado han.
A vos llegado la hora os ha.
A vos sufrir os toca.
Lerda.

KFU

14.8.10

Aviones de papel.



Sintió cómo le faltaba el aire y notó cómo el billete caía de su mano y no tenía fuerzas para cerrar los dedos y aguantarlo ni un segundo más. El peso del mundo cayó en su espalda mientras él luchaba por mantenerse en pie ante la horrible noticia que portaba el aire del aeropuerto. Las lágrimas de impotencia y culpabilidad comenzaron a inundar sus ojos hasta impedirle distinguir qué veía.

Sólo entonces notó una mano en su hombro y una voz femenina susurrándole al oído.
"Eh, chico, ¿estás bien?"
Instintivamente, Daan se dio la vuelta con la ciega esperanza de que aquella mujer fuese Mara. Y allí estaba ella, enfundada en una capucha verde oscuro que impedía ver su rostro.
"¿Mara?" Dijo Daan llorando desconsolado.
La mujer se descubrió el rostro. Tenían la misma voz, el mismo cuerpo, pero no era Mara. Sus semblantes eran muy diferentes.
"Lo siento, chico, creo que te equivocas."
"Lo siento, señorita..." Susurró Daan, cayendo en la más absoluta oscuridad que nunca había sentido.

Entonces cayó, de rodillas, con las palmas de las manos sintiendo el frío mármol bajo sus dedos mientras gritaba del dolor que sentía interiormente y las lágrimas resbalaban y se precipitaban al suelo. Entonces la misma mujer que se había descubierto el rostro, ahora llevaba de nuevo la capucha y se arrodilló ante él. Daan no entendía el por qué de volver a cubrirse con la capucha, pero no le dio importancia. Ahora ya nada tenía importancia.
"Eh, chico. Levántate. Llamas la atención de todos los presentes."
"No lo entiendes... Mi novia iba en el avión que se ha estrellado."
"Chico, levántate. Eso ahora no tiene importancia."
"¡¡¡Cómo puedes decir que lo que le da sentido a mi vida carece de importancia!!!"
"Ven. Te ayudaré a levantarte."

Daan alzó la vista del suelo. Ahí estaba ella de nuevo. La chica de la capucha negra. No... La capucha antes no era negra. Aquella no era la misma chica. Se giró, buscando a la otra mujer, y ahí estaba, de pie junto a un anciano con la gabardina abierta. Eran terriblemente parecidas. Daan acercó temblorosamente la mano al rostro de la chica que estaba frente a él y le quitó con cuidado la capucha. La voz del megáfono dio las 23.00. La chica le ayudó a levantarse mientras Daan intentaba enjuagarse las lágrimas que le impedían ver, sin éxito, no podía creer haber perdido a Mara para siempre. Entonces, mirando todavía al suelo, vio lo que ella sostenía en la mano. Un billete de avión, él, sin poder ver más allá de dos palmos leyó los datos que en él figuraban. Hora 21.30, fila 16, asiento C, destino... Madrid.

KFU

13.8.10

Night falls.



Lanzó sus zapatos negros al montón de basura que vio a un lado de la calle y corrió descalza sobre baldosas mojadas mientras llovía. Esquivaba girando bruscamente esquinas y callejones a los hombres que corriendo la perseguían. En una noche tan oscura como sus ojos, cruzó la mirada con dichos hombres y los que aparecían poco a poco a su alrededor a medida que iba avanzando por las calles. Parecía rodeada pero no iba a dejarse vencer tan pronto. Frenó con los pies descalzos, resbalando sobre las frías baldosas y arañándose los tobillos con los filos de éstas, y cambió completamente de rumbo una vez más. Antes de que ningún hombre pudiese verla girar, cambió de sentido cruzando otro callejón y a continuación dio la vuelta hacia la pared contraria y escalando las filas de cajas de madera y la valla de alambre, se adentró en una calle desierta que daba a un antiguo parque. A toda prisa entró en lo que parecía una taberna vacía. Sabía que había ganado tiempo, pero no podía perderlo. A oscuras, se escondió tras las puertas de madera colocadas a lo antiguo oeste y se agachó tras una mesa, esperando recuperar el aliento, mientras fuera, el sonido de las gotas de lluvia se mezclaban con los pasos y gritos de los hombres.

KFU

12.8.10

Reflejos.



Esa chica lleva ahí toda la noche. Mirándome fijamente con esos ojos azules oscuros y vidriosos, tan profundos como el océano y que no dicen absolutamente nada. Y parece que no tiene intención de moverse hasta que yo me marche. Me hace sentir tan observada pero a la vez tan especial. Es diferente. Me mira fijamente sin importarle que yo la vea, y aparta la mirada sólo cuando yo lo hago. Sigue con delicadeza mis pasos y atrapa cada movimiento en el suave reflejo de sus pupilas. Pero sus ojos no me transmiten nada. El calor, la amistad, la ira o algún atisbo de ligero sentimiento hacia mí que me ayudaría a comprenderla mejor, no existe. Quizás no tengo por qué comprenderla. Quizás solo tengo que limitarme a verla día a día en el lugar de siempre, con la misma expresión. Sin expresión. Pero aunque no tenga motivos por los cuales escuchar lo que me grita cuando cierro los ojos, quiero hacerlo y saber que es capaz de expresar una idea, un sentimiento, un pensamiento, con una simple mirada. No puedo soportar la idea de que el espejo no me mienta.

Poder creerme capaz de decir algo sin hablar, y que cualquier persona pueda leer en mí. Si esto no ocurre, puedo afirmar con el más agrio pesar en mí que estoy perdida. Nadie puede quererme.

Sería como querer al aire.

KFU

11.8.10

Capítulo primero. "Dolor"



Si al extremo del filo de una navaja solo se siente frío, no importa cuán profunda sea la herida, sólo frío. La impotencia, la sorpresa, todo son factores que hacen que aunque la sangre fluya, tu no sientas dolor.


Entonces fijas la mirada en él, o ella, o en lo que sus manos sostienen atravesándote la piel. Sólo cuando realmente ves la herida, duele.


Quizás la inmortalidad se deba a evitar el contacto visual con lo que te hace daño. Ojos que no ven, corazón que no siente.


KFU

Coincidencias.



Él lloraba. En una noche tan hermosa como esa, Lilly fue a buscar consuelo en la dulce voz que la hipnotizó desde el momento en que la escuchó por primera vez, pero él lloraba. Quizás necesitaba un consuelo que ella no podía darle. Pero no iba a dejarse vencer por la vergüenza a cometer un error con aquel extraño.

Se acercó a él sin hablar y le abrazó virtiendo en su alma toda la felicidad que le quedaba después de un día tan extraño. Sintió cómo se quedaba a solas con sus penas mientras le daba calor con sus brazos. Pero eso no le importaba. En ella había crecido un sentimiento especial por ese extraño chico a quien nunca había visto de día.

Entonces él sonrió mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas y mojaban los hombros de Lilly.

-Gracias.
-¿Todo bien?
-Ahora mejor.
-¿Quieres hablar?
-Sabes, es horrible perder a alguien. Lo sabes tan bien como yo. Pero nunca había creído que un engaño como el que he pasado dolería más que la propia muerte. Hace tiempo que vivo solo. Mis padres murieron hace tiempo, no llegué a conocerlos, tampoco me importó. Vivía con mi hermana mayor. Pero un día dejó una nota en la encimera, decía que volvería a la noche. Pero nunca volvió. Dijeron que había sido raptada. Al pasar tantos años, aprendí a estar solo y a echarla de menos en las noches más frías. Entonces te conocí. Con tu alegría permanente y tu pesar en la mirada. La melancolía que esconden tus ojos y la felicidad que hay tras tu sonrisa. Dejé de temer las noches frías porque empecé a pasarlas contigo. Todo era perfecto porque descubrí hace tiempo que tú eres la chica de mis noches y mis sueños. A pesar de ello, la felicidad me ha jugado una mala pasada. Hoy, mientras desayunaba, una chica se acercó a mí. Me pidió perdón, me dio una carta y se fue. No entendí qué pasaba hasta que abrí el sobre. Mi hermana desaparecida me invita a su boda, y yo no se hacer nada más que llorar y quedarme embobado mirando la nota en vez de salir corriendo tras ella. Pero, sin embargo te recordé, más intensamente. El hombre con el que se casa tiene el mismo nombre que tu hermano.

Lilly enmudeció. Al recuperar la compostura le enseñó la carta que Darach le había dado a ella. Los dos estaban invitados a la misma boda, los dos extraños, amigos, lo dos chicos que desconocían el nombre del otro compartían el mismo pasado y el mismo destino. Esa noche fue más larga que de costumbre, más hermosa, quedaron hablando hasta que apareció el alba, contando, intentando entender, ninguno de los dos desapareció a la luz del día por miedo a ser visto por el otro. No, los dos tumbados, uno junto a otro, vieron ascender el sol por la ladera de la colina e iluminar los ojos de ambos. Entonces, por primera vez, pudieron ponerle cara a la persona con la que habían soñado.

-Marc, encantado.
-Lilly.

KFU

25 de Diciembre.



XXV del XII
Querido diario:

Hoy ha sido un día de los que habría preferido no despertarme si hubiese tenido oportunidad, aunque para ello habría reunciado a lo que hoy ha pasado. Quizás, sin saber a qué renunciaba, hubiera sido feliz por una noche más, pero levantarme de la cama esta mañana sin duda ha merecido la pena.

Era navidad. Todo el mundo es aparentemente feliz en navidad, aunque a todos les resulta melancólico. Todo el mundo finge ser feliz, creyendo que los demás lo son. La realidad es otra. Hoy me siento diferente. He bajado los peldaños en pijama y he salido a tumbarme en la nieve a las primeras luces que despuntan el alba. Y un infantil recuerdo me ha invadido por completo.

Cuando añoraba tanto retroceder y nunca dejar esa infancia que tanto tiempo llevo persiguiendo, una sombra oscureció la luz de la mañana que veía con los ojos cerrados. Y al abrirlos no vi otra cosa que una persona que me miraba fijamente, sonriendo, tapándome la suave luz que reflejaba a esa hora el sol en la nieve. Jake me miraba."Qué bonita resultas ahora"

Cerré de nuevo los ojos y la sombra de la silueta dejó darme otra vez el sol. Se tumbó a mi lado. Tiempo atrás olvidé todo lo que una persona puede sentir y lo abandoné a merced del amanecer. El simple sistema de un amanecer. Tuve durante un tiempo la intención de simplemente ser feliz. Mejores intenciones que resultados, por supuesto. Pero hoy era navidad, y la nieve que empapaba mi ropa se llevaba las penas consigo al evaporarse.

Hoy he sido feliz sin necesitar compañía. Feliz conmigo misma. Quizás es todo lo que necesito. Lo que buscaba. Pero Jake estaba a mi lado, mirándome, sentía sus ojos en mis párpados mientras yo los mantenía cerrados, y un deseo de felicidad invadió mis manos al tacto con su piel. Jake me agarró la mano y se la llevó al pecho. Yo, manteniendo aún los ojos cerrados pude notar cómo su corazón palpitaba, y sonreí. Jake, nada más que un amigo, contra lo que yo habría deseado, pero un buen amigo por el que luchar.

Entonces todo cambió, una frase. Una frase para darle la vuelta al final tan próximo que veía acercarse aun cerrando los ojos. Un final, o un comienzo. Querido diario, me despido de ti, pues esta historia aquí acaba, y la siguiente he de comenzarla sin ti.

"Te quiero, chica de la sonrisa bonita."

Cocco XoXo

KFU

10.8.10

Introducción a un final.



Daan vagó sin rumbo por las aceras empapadas de blanco que habían dejado las nubes. La nieve. Sin duda, las nubes le habían llorado. Al menos alguien que era totalmente ajeno a sus sentimientos había comprendido que merecía la máxima lástima existente.

Quién podrá decir cuánto tiempo estuvo caminando... Dirían sus ojeras que los días habían pasado y él seguía andando. Pensando en Mara. Con unas fuerzas inexistentes para hablarle, la ignoró completamente. Ella le había abandonado a su suerte y él no podía alzar la vista ante sus ojos. Sería como admitir la derrota. Sería admitir que él es el único culpable de que Mara ahora fuese feliz con algún tercero.

Decidido de que el tiempo no avanzaba decidió volver entre silencio y sollozos sordos al oscuro rincón del mundo donde solía vivir y guardar esperanzas de volver con ella. El lugar donde ahora todo se le antojaba más pequeño y las paredes se estrechaban a su alrededor. Pero sin fuerzas para estirar los brazos y aguantarlas al caer, se acurrucaría en un rincón y dejaría a la pena hacer su trabajo.

Lluc estaba ahí, en la puerta, con su gran sonrisa y sus alegres ojos mirándole moverse. Pero la alegría de la anciana voló alto cuando vio que no iba acompañado.

-¿Y la chica?
-¿Qué chica?
-Mara
-Estará a estas alturas ya en Madrid, con su nuevo amante, Lluc, deje de interesarse por mis asuntos, no quiero parecerle borde pero no es un buen día. Me ha hecho daño a consciencia.
-Inconsciente...
-¿Perdona?
-Eres un iluso, Daan, un completo inconsciente. No has sabido valorar lo que has tenido y ahora la culpas a ella.
-Ella vino en busca de su hombre, yo no quiero interponerme en su camino.
-Su hombre eres tú, llevaba días buscándote. Vino a preguntarme por ti. Pobre de ti, siquiera darle una nota, un número, una calle. Ella caminó sin rumbo en un lugar desconocido solo por ti, y tú la has dejado marchar. Disculpa mi atrevimiento, joven, pero no la mereces.

Entonces Daan mandó a sus piernas la orden de correr. De atravesar corriendo el continente y los mares a nado. De reunirse con Mara. Era fácil, un pie, después el otro. Lluc vio en sus ojos la esperanza que cabía esperar tras esa conversación. Un brillo de alarma y sorpresa que sobrepasaba las barreras que ocultaban su corazón y hacía volar sus sentimientos hacia el ambiente en forma de lágrimas de alegría.

Llegó al aeropuerto. Quería coger el próximo avión a Madrid. Mara le esperaba. Mara, por fin, todo había acabado. Las pantallas de los vuelos próximos se movían ajenas a lo que dentro de Daan ocurría. Entonces lo vió, con su billete en la mano vio la hora aproximada de llegada del vuelo que había cogido Mara a Madrid. Estaba tan cerca de su destino que Daan deseó que el tiempo se detuviera y él pudiera llegar antes y abrazarla al salir del avión.

Y su deseo se hizo realidad. El vuelo iba con retraso. Un retraso que a Daan le iría perfecto. Un retraso que hubiese deseado no desear. Automáticamente las pantallas se apagaron y se escuchó retumbar en todo el aeropuerto la voz mecánica salida de un megáfono anunciar que se había perdido la conexión con el vuelo con destino a Madrid. Se había estrellado entre las aguas del gran azul.

KFU

8.8.10

Llantos de un hombre V; Aclaración de un homicidio.



Muchas veces he pensado en si fue acertada o no mi obra, si ella lo merecía, si yo debí hacerlo. Finalmente llegué a la siguiente conclusión: Iba a morir algún día, y yo por cada punzada de dolor que me produjo en el corazón, le resté una semana de vida.

Teniendo en cuenta que llevábamos juntas 16 años, que esto empezó rondando yo los diez, y que mínimamente tres veces a la semana me produjo cerca de 10 punzadas por día, el resultado del dolor que me provocó en el pecho fueron 8640 punzadas que equivalían a 1234 semanas, 308 meses, lo equivalente a 25 años y tres cuartos. Teniendo en cuenta que las mujeres suelen vivir 80 años, menos 25 son 55, pero mi madre tenía 45, 10 años de vida le resté por engañarme a mi y a mi padre desde el mismo día en que nací, que fueron 10 años más los 6 de discusiones, como los inteligentes y apuestos hombres que hay en la comisaría habréis comprobado, da dieciséis, mi edad, y absolutamente todos los cálculos son correctos.

Ahí os dejo, pues, la comprobación de que motivos no me faltaban, ya que vosotros, hoy en día, a las mujeres las protegéis más que a nadie, sean o no culpables. Sé que lo que queréis saber es el paradero de su cuerpo inerte, pero antes, quiero contaros cómo fue.

Ella vino a casa de madrugada, como siempre teniendo ganas de bronca, claro está, nos despertó a los dos, nos reunió en el salón y comenzó la batalla. Gritó, insultó, dijo todo lo que le vino en gana. Mi padre solo podía llorar, es un hombre bueno, y la amaba. Entonces vi alzar la mano. Su mano. En dirección a mi padre. Llevaba ya seis años aguantando esta continua tortura y decidí pararle los pies, ya que vosotros no hacéis nada.

Cogí la barra de acero de la chimenea y le golpeé en la cabeza tan fuerte como pude. Pero gracias a dios no la maté, pude hacerle disfrutar de una lenta y dolorosa muerte. Llevé su cuerpo semiinconsciente a un lugar cuyo nombre no daré. Y ahí estaba ella, tendida en el suelo, sin poder moverse, mientras la sangre empañaba mi alma. Aproveché su debilidad para comenzar mi tortura.

Primero, con el cuchillo del pescado comencé a cortarle los dedos. Uno a uno. Sin prisa. Y ella lloraba, claro que lloraba. Los dedos podréis encontrarlos en los lugares que fueron sus favoritos. Buscad, buscad.

Después utilicé el cuchillo más grande que encontré en mi humilde cocina y le corté brazos y piernas desde el codo y la rodilla. Estos, podéis encontrarlos en los puertos pesqueros de los que siempre me habló y en los que siempre esperaba a su amante. Seguid buscando.

Después utilicé las sierras mecánicas de podar los árboles del jardín, para cortarle brazos y piernas. Cuando hice esto creía que ella ya había muerto. Pero la hija de puta seguía viva. Lo que quedaba de sus extremidades está en diferentes sitios de interés turístico, donde tantas peleas a la luz del día me hizo soportar. No os preocupéis, soy buena escondiendo cosas, solo lo encontraréis si buscáis bien. Es solo un juego.

Por último, con el hacha le corté la cabeza. El tronco lo enterré en un parque natural, buscadlo. Y la cabeza... La cabeza está en vuestra misma comisaría, agentes. Y bien, ¿no queríais saber el paradero de su cadáver? Ya lo sabéis, ahora, buena suerte en la búsqueda.
Sin cadáver, no hay pruebas de asesinato.

KFU


Emma.



Emma es indescriptible. Sin duda, esa es la palabra que mejor la describe. Es una chica imposible de entender, pero preocupantemente fácil de querer. Siempre tan despreocupada y a la vez tan atenta, inmersa en sus pensamientos pero enterándose de cada pequeño movimiento a su alrededor. Una chica capaz de mostrarte todos sus colores para que seas feliz, en el que puede ser su día más gris.

Es imposible saber en qué piensa, sin embargo, conocerla invita a descubrirlo, y no parar hasta conseguir saberlo. Su espontaneidad la hace completamente diferente al resto de mujeres, completa y absolutamente imprevisible y liberal, pero tú, sin embargo, esperas con ansia ese momento de espontaneidad e intentas comprender y saber cómo actuará.

Cosa que siempre ha sido y será imposible. Emma es única.

KFU

7.8.10

Mi Edén.



Dolía respirar. Pesaba el aire en mis pulmones. Cada aliento aprisionaba mis costillas entre planchas de acero, cada simple soplo de aire... En momentos así cabe esperar que el olvido venga a por mi tan pronto como aparece el alba, y me lleve en sus negras alas hacia cualquier lugar, terrible que sea, cualquier lugar en el que pueda tomar aire.

No diré qué motivos me han traído aquí, tampoco tienen importancia, una vez algo ha pasado, en el pasado ha quedado, y en el último rincón del mundo escribo estas líneas, que quizás algún día lleguen a manos de un buen hombre que destape la botella. Pero no, no quiero irme de aquí, el objetivo de este mensaje no es que venga nadie a por mí. Tiempo hace del que dejé de rogarle ayuda a un dios que ni siquera existe, y empecé a ver el mundo con claridad, aquí soy feliz, pues aquí he renacido, aquí he aprendido, y aquí he de morir.

Solo pido, por piedad, que cuando mi hora llegue, se mantenga alejada de este pequeño Edén la sombra -humana- que destruye lo que en su día fue mi mundo poco a poco. Que nadie me encuentre. Quiero morir en paz y que mi alma vague por la eternidad entre estos siniestros bosques.

KFU

4.8.10

·Introducción.



Para nadie tiene ningún valor el propio latido. Llevarse la mano al pecho y comprobar con cierta agudeza en el tacto que el bien más preciado sigue funcionando. Sigue vibrando, llenando tu cavidad torácica de un eco que dice "Estoy vivo".

Dejar de respirar, eso es, tenemos más aprecio a los pulmones, puesto que inconscientemente, notas llenar y vaciar tu pecho. Manejas tu respiración. Tan pronto como tomas aire y lo expulsas, puedes dejar de hacerlo. Pero el corazón no se hace notar. Palpita sin que tú lo pidas, por lo que lo tomamos como algo independiente del cuerpo. Creemos que no lo notamos, e inconscientemente nos convencemos de que podemos vivir sin él.

No sabemos cuán equivocados estamos.

KFU

3.8.10

Equilibrio.



Dar vueltas sin sentido se había vuelto de repente algo indispensable, y a la vez doloroso. Bajó las cinco plantas que la separaban de Darach saltando los peldaños de cuatro en cuatro y se lanzó contra las puertas que la separaban de la plaza. Pero Darach ya no estaba, miró hacia todos los lados, gracias a su rapidez, o buena suerte, vio la parte trasera de su gabardina oscura girando en una esquina, y corrió tras él tanto como le permitieron las piernas.

"No puede ser verdad" Era la única frase que resonaba en su interior. Sentía una oleada de sentimientos indescriptibles, una mezcla entre ansia por verle, felicidad, odio por estar engañada y lástima por haber sufrido. Giró la esquina, pero Darach se había desvanecido en ese callejón sin salida. Asombrada, pensó que quizás todo era una ilusión. Pero, entonces ¿por qué seguía manteniendo la carta entre sus manos?

Desesperada decidió dar vueltas sin rumbo, como tantas otras veces había hecho. Y cayó la noche sin que ella pudiese siquiera percatarse, se envolvió en un manto de estrellas que apareció de repente cuando volvió a levantar la vista del suelo. Como si alguien hubiese detenido su mente, pero no sus pies. Ahora solo le quedaba buscar consuelo en su misterioso acompañante nocturno.

La colina de siempre ya estaba ocupada, él estaba ahí, tumbado junto al viejo roble y mirando hacia las estrellas. Desde esa distancia se veía la ciudad completamente entera. Lilly, sin saludar, se tumbó junto a él y miró de reojo cómo brillaban sus pupilas a la clara luz de la noche, la luna y las estrellas. Parecía que en sus ojos habían anidado las estrellas que un día dejaron de brillar en el firmamento, cuando se dio cuenta de que él lloraba.

KFU

2.8.10

16 de Diciembre.



XVI del XII

Querido diario:

Pronto empezarán las vacaciones de Navidad. Y dejaré de verle. Es curioso, porque aun sabiendo que es un imposible, guardo la esperanza de que se fije en mí, y sé que le echaré de menos.

Hoy iba yo cabizbaja por la escuela, como las últimas dos semanas. Nada me dolió más que esa hermosa chica con la que Jake hablaba. Entonces, al mirar al suelo, me choqué con él, sí, fue... una casualidad que fuese él contra quien chocara y no cualquier otra persona.

Vi sus pies y me resistí a mirarle, quise seguir caminando como si nada, pero el se interpuso en mi camino una vez más, me cogió por la barbilla y no pude evitar que las lágrimas aflorasen de mis ojos. No salía de mi mente la imagen de él y esa chica. Me levantó la cara, e intenté dejar de llorar, no podía entender por qué en ese justo instante.

Cuál sería mi cara en ese entonces, que la suya cambió a un reflejo de absoluta lástima...

Pero no me habló, me abrazó con todas sus fuerzas, sentí que me faltaba el aire, pero de haber continuado, habría sido la muerte más dulce que podría imaginar. Entonces me dio un beso en la mejilla, y se fue.

Cocco. XoXo

KFU

1.8.10

Shattered hopes.



Daan bajó del avión en NY. Decepcionado, cabía esperar, Mara había desaparecido, había abandonado a merced del viento las esperanzas que aún quedaban en su interior. Cabizbajo cruzó el aeropuerto buscando la salida, ese iba a ser un día muy largo.

Mara estaba esperando su avión. Parecía mentira que no saliese uno hasta esas horas, tenía pensado estar en casa hacía ya mucho tiempo. Seguía pensando que podría encontrar a Daan en Madrid, antes de que éste se fuera. Ella sabía que la estaría esperando en su banco de siempre.

Daan, sin embargo, cruzaba con cierto aire fúnebre, el aeropuerto de extremo a extremo, quizás se había perdido, o quizás solo quería andar. Solo quería ocultarse de la nieve que fuera estaba cayendo. No quería recuerdos hoy. No quería nieve. Sólo soledad.

Mara escuchó la llamada de su avión, y se encaminó por el pasillo en el que a estas horas de la noche ya no había prácticamente nadie. Le extrañó aquel muchacho que venía hacia ella tambaleándose, mirando al suelo. Pero no le dio mayor importancia.

Siguió caminando contando las baldosas, evitando las rayas que las separan. Mirando al suelo. Cuando vio delante de ella los pies del chico que venía en dirección contraria. "Menos mal", pensó "casi nos chocamos."

Ambos levantaron la vista y ahí estaban, uno frente a otro, con las miradas perdidas en los ojos del otro, Mara sonrió como nunca antes lo hizo. Se encontraron, y Mara no salía de su asombro, quería saltar sobre él y abrazarle, pero algo la detuvo. La sonrisa de Mara se esfumó en el aire.

Daan la miraba con ojos vacíos, inexpresivos, decepcionados. Mara reprimió entonces las ansias que tenía de gritarle su nombre y lanzarse a sus brazos, algo la detuvo cuando vio cómo Daan emprendía de nuevo su marcha con la vista fija en el horizonte y pasaba a escasos centímetros de ella. Quizás era solo un espejismo.

Se giró y vio cómo el niño al que amaba caminaba sin volver la vista atrás. La presión en la garganta que a su vez le oprimía el pecho no la dejaba hablar, sólo un leve susurro salía de sus labios, un susurro que jamás nadie oiría, ni recordaría. Paralizada, comprendió que Daan ya no la recordaba. Que la chica a la que la anciana le dijo que fue a buscar, no era ella. Que otra mujer había compartido su banco.

Con el alma destrozada y el corazón hecho pedazos, escuchó la última llamada a los pasajeros de su vuelo, y se adentró en el avión con una tristeza que sobrepasaba los límites de su realidad.

KFU

Asco de vida!