
Ella, oculta bajo un velo, maldice el pensamiento humano, que como una amenaza la han destinado a nunca, la cara mostrar, y con ello, su pena. Así es día a día dibujada sonriente. Sin embargo sufre por ver que cada segundo, caen a sus pies miles de almas. Y aun llorando, rió, y quiso ser fuerte. Y se hizo más fuerte, y cambió la forma a la que le sometieron a actuar. Y endeuda al mundo de felicidad constante. Y se lo pagan con desprecio y llantos. Culpando su existencia.
No la tachen de culpable.
No es culpable.
KFU
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