Lo hice otra vez. Otra vez empapé en ira y frustración hermosas palabras. Otra vez rompí el silencio inquebrantable con golpes a las paredes. Otra vez oí llorar, y otra vez reí cuando no debía. Volví a ser fuerte, a enfrentarme al destino y a la muerte, y volví a caer en mis hielos, y volvió a no importarme. Otra vez he dejado de quererme, y otra vez he dejado de aguantarme, de expresar lo que pienso y de pensar lo que hablo. Otra vez surgió esa falsa espontaneidad y otra vez he vuelto a darme la espalda. Otra vez más ha dejado de importarme que no me importe nada.
He vuelto a empezar de nuevo, y otra vez haciendo lo mismo. Y, como siempre, he vuelto a ganar, y he vuelto a sentirme perdedora. Desgastada. Odiada. Otra vez. Otra vez pienso que la vida me puede, y otra vez sé que no es cierto. Otra vez voy a ser yo, convencida a cada momento de que realmente soy alguien.
Estoesalgoquequeríacompartir.
KFU
@Kormoran13 Pues en estos tiempos de cosas "políticamente correctas" en que las emociones "negativas" (p. ej.: ira, rencor, venganza, etc.) deben ser reprimidas pero no así la supremacía de ciertas naciones o el racismo, clasismo y sexismo abiertamente ofensivo pero sutilmente disfrazado, el que una persona reviente y lo haga en público no es sino una manifestación de su individualidad.
ResponderEliminarPuede que a muchos no les guste y como la narradora le sucede, paradójicamente entra en coinflicto por mostrarse tal cual es. Tenemos el derecho a esatr descontentos con el mundo en que vivimos o las circunstancias que nos tocan vivir. Simplemente hagámoslo con los culpables: ÉSO será nuestra mejor venganza.