Sonrío por dentro porque todo va mal. Qué terrible es pensar que nada irá a peor, y qué tranquilizante a su vez estas tristes palabras. Encontré un lugar donde pararme a hablar conmigo misma, para escuchar lo que tengo que decirme, y mi pobre interior, cansado de ser obligado a ocultarse entre piedras para que nadie le vea, me grita a la cara el frío que hace dentro de mí. Escucho a mi corazón dando coces a todo sentimiento que a él se acerca, gritando lo dolido que se quedó tras aquella huella que en él dejaron tus pies, y llorando, tal vez, creyendo que tuvo él la culpa, como tantas otras veces, y las que quedan por llegar, siempre me susurran sus latidos el eco de aquellas palabras, y siempre transporta su pulso tu voz.
Quizás, después de todo, se resista a olvidarte. Aunque el temblor de tus golpes aún cause en él estragos al latir. ¿Qué bellas mentiras prepararás para él una vez volvamos a encontrarnos? Miéntele y dile que le extrañas, porque se siente derrumbar cuando le explico que no volverás nunca, que no quiero que vuelvas.
Sólo le gustaría saber si aún piensas en mí.
Si me has olvidado.
KFU
La depresión, el dolor, la ira y todas esas emociones que ahora hipócritamente mucha gente considera que se deben ocultar abundan en tus escritos, y ME AGRADA. Me gusta tu valentía de asumir las consecuencias de la radicalidad de tus sentimientos, de la derrota, del pesimismo; pues en ella existe la catarsis de lo profundo que nos hace humanos.
ResponderEliminarComo antes te indiqué, pasas de lo radical a lo sublime: otros de tus escritos demuestran que también tu alma canta y lo hace con buen tono, con poesía, de manera lírica: con esperanza. Esa dualidad -que algunos erróneamente llaman bipolaridad y que no saben que tenemos derecho a manifestarla- te hace de forma desgarradora un individuo que clama por comunicarse... y lo logra de manera efectiva, pues tus palabras cimbran nuestros corazones y cerebros.
Itziar: tienes mucho qué decir y nosotros mucho qué escuchar de tí. Quizá a mucha gente no le guste este tipo de manifestaciones, pero estás en tu derecho de seguir haciéndolo y te aliento a que continúes. Todas las variedades de emociones deben ser dadas a conocer y compartidas. Quizá porque mi vida ha sido un Stalingrado desde hace 12 años me sacudes por la semejanza de las emociones que me ha tocado vivir, y es bueno saber que en ese sentido no está uno solo en el mundo.
Sabes que conmigo cuentas con un buen amigo y un lector fiel. ADELANTE, SIEMPRE ADELANTE, mi amiga. Un beso.
PS Y las palabras nos las regalas tú.
increíblemente precioso. Grandes sentimientos hay dentro de ti. Sigue escribiendo y sigue viviendo y experimentando, solo así conseguirás escritos que se vayan superando unos a otros!
ResponderEliminarpásate si quieres por mi blog, y me cuentas qué te parece!
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